Kilómetros.

De verdad creo que hay un momento de nuestras vidas reservado para nosotros.
No sé cuánto durará, ni cuándo será, pero sé que está ahí y sólo tenemos que esperar.
Y también creo que merece la pena hacerlo, creo que mereces la pena.
Pero esto son sólo ideas mías.
Algún día.

Mi vida es un símil.

Es como gritar y que nadie te oiga. Frustrante.
Es como el futuro, incierto. O como el pasado, recuerdos.
Como correr en el agua. Un sinsentido.
Como espirar para dentro. Espirar, que no expirar.
Es como vivir sin metas. Inútil.
Como madrugar un domingo. De gilipollas.
Como un mechero sin piedra, como un juego sin reglas o como un dado sin números.
Es como el peón que pone en jaque al rey.

Cambios.

Digamos que mis esquemas empezaron a cambiar por estas fechas del año pasado.
Como pasa en muchas ocasiones la rutina puede terminar con algo que hasta entonces creías indestructible. Y así fue.
Como es lógico, cuando pasan cosas así siempre suele haber dos historias y por lo tanto dos posiciones. Pues más o menos así empezó 2012 para mí.
Creo que no cambiaría este año por ningún otro ya pasado. Aunque no empezase como yo hubiese querido, de todo se acaba saliendo, y las cosas negras se acaban volviendo gris claro tarde o temprano.
Este año he conocido a mucha gente nueva, y a otra gente que ya conocía he tenido el placer de conocerlos más.
He aprendido que no todas las personas reaccionan igual ante las mismas situaciones, y que a veces no está de más comerse el orgullo por alguien que te importa.
He dejado amistades atrás, y otras me han dejado a mí.
He querido, he odiado, he vuelto a querer y así constantemente, como una montaña rusa, a veces estás arriba, otras estás abajo y otras te bajas de la atracción.
He sabido lo que es querer algo que no puedes tener a tu lado, que no puedes tocar.
He compartido muchísimas cosas con amigos que antes sólo eran conocidos y ahora son pilares para mí.
También he podido conocerme a mí misma un poco más, saber dónde están mis límites, hacerme a la idea de que no siempre tengo que tener la razón y tener muy claros cuáles son mis principios.
Con esta entrada sólo quería contar como ha sido este año para mí. Un año del que no me arrepiento, ni para lo bueno, ni para lo malo, porque como de todo en esta vida hay que quedarse con el lado positivo, y ese lado son las personas que he conocido, que algunos de ellos hoy en día son mis mejores amigos, y las cosas que he aprendido, las cuales me han hecho más fuerte.
Gracias a vosotros.

Estereotipos, físico, belleza, estilo, peso, valor, precio.
Vivimos en una sociedad donde la gente es valorada por números, por tallas, por dinero. Mierdas. Vivimos en una sociedad donde se nos valora como a objetos, por una cantidad de dinero, el que tenemos, y donde se nos juzga por nuestro físico, por nuestro exterior.
Somos marcas de ropa, somos precios, somos modas, tallas, somos un número de kilos, somos riqueza o pobreza.
La mayoría de las veces no miramos más allá de lo que vemos a simple vista. No queremos mirar.

Ella y la música.

Dos notas que se unen.

Renacen de la nada.

Mismo fin andan buscando.

Fácil rima van formando.

Sólo melodía quieren.

La canción ya está sonando.

Si las notas están juntas,

el compás sigue creando.

La canción las vuelves vivas.

Ya nunca estarán solas,

pues en ellas ha nacido

una amistad que puede a todas.

                                                                                               Adriana & Arantxa.

Perfección.

Como poner la música alta. Como el terciopelo. Como el queso fundido. Como un orgasmo. Como perder el tiempo. Como un paseo por Madrid. Como las azoteas. Como los vicios, el sexo, el alcohol y la comida. Como unas "buenas noches" o un "buenos días". Como un lunes sin madrugar. Como las pompas de chicle. Como un ciego a cerveza. Como el vodka. Como los chupitos de tequila. Como dibujar. Como contar un chiste malo y que se rían. Como que llegue algo que no esperabas. Como recibir cartas. Como las palomitas de maíz, y las de chocolate también. Como la pasta con tomate. Como los momentos de inspiración. Como aprobar sin estudiar. Como gritar. Como los buenos recuerdos. Como esa ilusión cuando conoces a alguien. Como bailar. Como la piel de gallina. Como la CocaCola con hielo. Como los billares y los batidos de chocolate. Como una fiesta en Mallorca. Como hacer reír. Como enseñar o como aprender. Como el olor de un cómic nuevo. Como un vinilo. Como acabar un proyecto. Como empezar uno nuevo. Como el invierno, la lluvia, el frío, los gorros y las castañas asadas. O como el verano, el calor, la playa y ver anochecer más tarde. Como cuando ponen tu canción por la radio. Como despertarte a las tantas. Como una buena foto. Como una mirada.
Como querer y ser correspondido.

Without control.

No mires a dónde, cierra los ojos y apriétalo con fuerza. Se valiente, no dudes. Haz que toda la calle huela a pólvora.
Ahora despierta, es la única manera que tendrás de liberarte.

Suma y sigue.

Cuando te han arrebatado algo que amabas, sin poder hacer nada, sin poder evitarlo, simplemente con la mera justificación de que "son cosas que pasan", lo mínimo que puedes sentir es impotencia.
Pero cuando ves que te está volviendo a pasar, que sin saber por qué están intentando quitarte algo que, en mayor o menor medida, te importa, la impotencia se convierte en rabia, y el dolor que sientes se multiplica por dos, porque ahora tampoco puedes hacer nada, y te niegas a que vuelva a pasar, y luchas, pero sientes que luchas en vano porque no depende de ti. Y el recuerdo de lo que ya has perdido hace aumentar tu rabia casi tan rápido como el tiempo que tarda el fuego en arrasar con todo.
Con cada golpe se avivan las llamas que parecían apagadas, y es ese miedo a que el fuego pueda contigo el que hace que te plantees si merece la pena luchar o es mejor resignarse.